Miles de personas disfrutaron en la orilla de su paseo por el Tajo en el año que estrenaba nueva declaración como Bien de Interés patrimonial otorgado por la Comunidad de Madrid.
El río que nos lleva volvió anoche a acoger a la patrona. Cómo desde hace más de cien años Alarilla descendió por las aguas rodeada de nadadores y con la peña El Tope, abriendo camino con la luz de sus antorchas. Miles de personas disfrutaron en la orilla de su paseo por el Tajo en el año que estrenaba nueva declaración como Bien de Interés patrimonial otorgado por la Comunidad de Madrid. Los espectaculares fuegos artificiales de Pirotecnia Vulcano ponían el broche al descenso de la Virgen.
La jornada del sábado comenzaba a primera hora de la tarde con la celebración de la última novena. Después la Plaza de la Iglesia acogía a cientos de personas para ver la salida de la Virgen en Romería hacia su Ermita. Tras cruzar el puente, Alarilla pasaba de la carroza a las andas. La Banda la despedía y comenzaba su regreso al lugar donde fue hallada.

Grupos de amigos y familias volvían de nuevo a pasar la tarde en el campo con la Virgen en su Ermita más de dos años después, pues en la edición de 2020 no hubo fiestas y en la de 2021 no se trasladó a la imagen a la Dehesa. A la caída de la tarde el campanillo anunciaba la salve, después las antorchas se encendían para el camino de vuelta en dirección al embarcadero. Sobre las diez de la noche los aplausos de los nadadores y del público recibian a Alarilla para entrar en la Embarcación y comenzar el descenso.
Cientos de nadadores nadaron de nuevo alrededor de una barca en forma de castillo, el cortejo era abierto por el Tope con sus antorchas, recibiendo los aplausos de miles de personas que se congregaban en la orilla. Tras los fuegos artificiales, la Virgen de nuevo cruzaba el puente, esta vez en procesión hacia su iglesia. En la Plaza las Damas y Caballeros recitaban la poesía ganadora de este año y se rezaba de nuevo la salve. Alarilla cruzaba el arco a media noche camino a la Iglesia, haciendo parada antes en la Residencia de ancianos.