Tradición y devoción se imponen al clima en la Semana Santa de Fuentidueña de Tajo

Resucitado

A pesar del tiempo cambiante que marcó los días festivos, especialmente en la Comunidad de Madrid, todos los actos litúrgicos y procesiones de la Semana Santa se han podido celebrar con normalidad en Fuentidueña de Tajo.

Las celebraciones comenzaban el Domingo de Ramos, jornada en la que tuvo lugar la tradicional bendición de los ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. La procesión de los Ramos recorrió la calle San Andrés hasta la Plaza de la Constitución, regresando después al templo parroquial. Por la tarde, fue el turno de la música con el concierto de Marchas Procesionales a cargo de la Banda de Música de Fuentidueña, que ofreció un repertorio solemne y con marchas de gloria aplaudido por el público asistente.

El Jueves Santo se celebraron los Santos Oficios, recordando la Última Cena, la institución de la Eucaristía y el mandamiento del amor. Tras la liturgia, las imágenes de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad salieron en procesión, recorriendo las calles del pueblo.

El Viernes Santo, a pesar de las previsiones de lluvia, las procesiones se mantuvieron. Tras los oficios, en los que se conmemora la Pasión y Muerte del Señor, la imagen de la Virgen y la del Santo Sepulcro salieron a la calle bajo los sones de la Banda de Música de Fuentidueña. A su regreso al templo, el cortejo hizo una parada en la residencia de mayores, para la oración.

En la noche del Sábado Santo se celebró la solemne Vigilia Pascual, considerada la madre de todas las vigilias, en la que se celebró la Resurrección de Cristo. A su término, tuvo lugar la tradicional procesión del Encuentro, protagonizada por las imágenes de Jesús Resucitado y la Virgen del Rosario.

Esta última procesión mantiene una estructura tradicional única: las mujeres acompañaron a la Virgen por la calle Mayor, Alameda, Travesía del Horno y Comunidad de Madrid hasta la Plaza de la Constitución, mientras que los hombres acompañan la imagen del Resucitado por la calle San Andrés. Ambos recorridos convergieron en la plaza, donde se produce el emotivo encuentro entre madre e hijo.