Villarejo celebra sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Victoria de Lepanto

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En torno al 7 de octubre, como es tradición, Villarejo de Salvanés celebró sus fiestas patronales dedicadas a la Virgen de la Victoria de Lepanto. Esta celebración se remonta a finales del siglo XVI, cuando S.S., el Papa Pio V instauró esta festividad el 7 de octubre de 1572, como agradecimiento a la Virgen María por su intercesión protectora de los cristianos de Europa tras el rezo del Santo Rosario durante la Batalla de Lepanto en 1571.

Más tarde, en el año 1573, D. Luis de Requesens, Comendador Mayor de Castilla en la Orden de Santiago, ordenó la construcción del Santuario en honor a la Virgen para conmemorar la Victoria en la Batalla de Lepanto. En la desamortización española decretada por Juan Álvarez de Mendizábal, el pueblo de Villarejo impidió que el Santuario pasara a manos privadas. Tuvo entonces lugar una colecta popular en la que se accedió a su compra por medio de Gregorio Téllez, quien se lo entregó al pueblo que lo gestiona a través de una Comisaría en su representación.

Varios párrocos del arciprestazgo presidieron la Eucaristía en los días previos a la fiesta

Durante la novena, que ha marcado el rumbo de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Victoria como Reina en sus diferentes títulos de María en las letanías, los párrocos de Villamanrique de Tajo, Carabaña, Tielmes, Orusco y Estremera, oficiaron la Eucaristía después del Rosario que se reza cada día en el Santuario.

Las fiestas populares dieron paso al comienzo de todas las celebraciones religiosas un día antes, con la recreación de la Batalla de Lepanto, en la que participaron más de 150 vecinos de Villarejo.

Algunos peregrinos, vecinos de Morata de Tajuña, fueron hasta el Santuario para rendirle honores a la Virgen de la Victoria

El pasado domingo, 5 de octubre, tras recorrer veinte kilómetros desde Morata de Tajuña hasta Villarejo de Salvanés y celebrar la Eucaristía en la Iglesia de San Andrés Apóstol, los peregrinos fueron recibidos por el párroco, D. José Luis Loriente, en el Santuario. Después de orar ante el Santísimo, se unieron en oración comunitaria pudiendo rendirle homenaje a la Virgen de la Victoria.

Entre los peregrinos se encontraban Lucas y su abuela Carmen quienes compartieron su testimonio con algunos vecinos de Villarejo. Para Lucas, de 17 años, presidente del grupo de fieles de San Antonio de Padua de Morata de Tajuña, fue un motivo de gran alegría que llegara el día de la peregrinación que llevan haciendo varias generaciones de su familia.

Lucas y su abuela Carmen dejaron su testimonio de fe y devoción hacia la Virgen María: «Esta peregrinación surge para mantener el legado de generaciones pasadas, un legado en honor a nuestra Madre, María, la Virgen de la Victoria. Nuestros antepasados iban andando o con los medios que tenían en la época. Nosotros, junto con otros vecinos hemos hecho esta peregrinación andando, con ayuda de María y con alegría para estar ante su altar cuando hemos llegado a Villarejo. La Virgen María, a la que recientemente también hemos rendido homenaje en nuestro pueblo con las fiestas patronales bajo la advocación del a Virgen de la Antigua, juega un papel muy importante en nuestras vidas. Es un modelo a seguir y una madre protectora e intercesora. Además, ha sido una experiencia de oración y de reflexión muy recomendable».

La plaza del Convento acoge un año más el acto de la Armada para rendir homenaje a los caídos en la Batalla de Lepanto durante las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Victoria

En el acto, que se celebró el mismo día de la fiesta en la puerta del convento, participaron una Sección de música, la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid y la Sección de Honores de la Armada, junto con el Sr. Alcalde, Jesús Díaz Raboso y las autoridades municipales, que rindieron homenaje a los caídos en la Batalla de Lepanto y recordaron la historia, el significado y el resultado de aquellos acontecimientos para la actualidad. El Almirante Ibañez, Jefe de servicios generales del Cuartel general de la Armada, además de reseñar la acogida que siempre brinda a la institución el pueblo de Villarejo, recordó las dificultades de la época por la falta de medios en la navegación, a pesar del cuantioso número de naves, galeras y resto de embarcaciones que participaron.

Un gran número de sacerdotes acompañó al párroco en la Misa mayor

Junto con el párroco, que presidió la Eucaristía solemne a las 12h, concelebraron nueve sacerdotes, entre ellos el capellán de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid. Esta Eucaristía contó con gran afluencia de fieles. Se celebró, además, una Misa a las 9h, como es habitual todos los años, para facilitar la participación de todos los devotos.

El día concluyó con la procesión, que tuvo lugar a las 19:30 por las calles del municipio con la imagen de la Virgen de la Victoria de Lepanto, acompañada por la Hermandad y la Comisaría. Al día siguiente, como manda la tradición, la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús y Ntra. Sra. del Carmen ofreció la Misa votiva del Milagro, en referencia al 13 de mayo de 1623.