Fuentidueña de Tajo ha vuelto a vivir con solemnidad la celebración del Día de Todos los Santos, una de las citas religiosas más sentidas del calendario liturgico. Los actos comenzaron el 31 de octubre, con el tradicional rezo del Rosario en el cementerio, una iniciativa impulsada por la Hermandad de la Virgen de Alarilla, patrona de la localidad.
El Rosario, presidido por el estandarte de luto de la Virgen, llenó de silencio y oración el camposanto al caer la tarde, en recuerdo de todos los vecinos fallecidos.

Ya este sábado 1 de noviembre muchos vecinos acudieron de nuevo al cementerio para celebrar la misa por los difuntos. La ceremonia fue oficiada por el párroco D. Godofredo Maloba, quien, en su homilía, reflexionó sobre las distintas formas en que los fieles viven estas fechas.

“En los cementerios podemos ver tres actitudes”, recordó el sacerdote: “quienes llevan flores como símbolo de recuerdo, quienes lloran ante el vacío que deja la ausencia y quienes rezan por la misericordia”.

Mañana, Día de los Fieles Difuntos, la misa será en la Iglesia Parroquial a las 12:00 horas.