Un año más, la localidad de Estremera, situada en la Diócesis de Alcalá de Henares, ha renovado su voto de patronazgo con las advocaciones del Santísimo Cristo Sepultado y de Santa María de la Soledad y celebrará solemnemente sus festividades a lo largo de las primeras semanas de octubre.
La vinculación espiritual de las dos venerables imágenes con los vecinos del pueblo supera los cuatro siglos de antigüedad; su antigua ermita del Santo Sepulcro fue consagrada durante el año 1603, aunque no obtuvieron el reconocimiento como santos patrones de la Villa hasta después del terremoto de Lisboa de 1755.
Misa Mayor en la parroquia de Estremera presidida por Mons. Antonio Prieto Lucena
Las funciones religiosas tradicionales se han visto enriquecidas durante 2025 por una novena de misas, celebradas entre los días 2 y 10 del mes y que fueron presididas por el Vicario General y moderador de la Curia, D. Alberto Raposo Gómez, por el Vicario episcopal de la zona Sur, D. Borja Langdon del Real, y por distintos sacerdotes de la Diócesis. El ciclo se culminó durante los días 11, con ofrenda floral, Salve a la Virgen y Procesión; 12, con Misa Mayor cantada dedicada al copatrón Santísimo Cristo Sepultado y a Santa María del Pilar presidida por el cura párroco, D. Daniel Cayón Olivares, con presentación de los niños ante la Virgen de la Soledad y Procesión; y 13, con Misa Mayor dedicada a la copatrona Santísima Virgen de la Soledad, presidida por Mons. Antonio Prieto Lucena, obispo de Alcalá de Henares. Ya el día 19 de octubre tendrá lugar una Misa y traslado de la imagen de la Virgen del Pilar hasta su ermita.
“Los festejos se complementarán por diversos actos deportivos, culturales, musicales y taurinos organizados por el Ilustre Ayuntamiento de Estremera. Pero el centro de las fiestas continuará siendo la devoción popular al Señor y a su Santísima Madre, y las misas y procesiones solemnes por las calles del pueblo como los eventos más populares y multitudinarios”, destaca Cayón.
La Hermandad del Santísimo Sacramento se involucra en estas celebraciones religiosas. Una de sus finalidades, aparte de promover el culto eucarístico durante las festividades del Corpus Christi, del Jueves y Viernes Santo, de la Divina Misericordia, del Dia de Difuntos y de las procesiones mensuales de Minerva, es la devoción a las dos imágenes patronales. Desde tiempo inmemorial la cofradía de hermanos acompaña con su antiguo estandarte y sus hachas encendidas a Jesús Sepultado y a María de la Soledad en su paseo ritual por calles y plazas. Es una tradición que se trasmite de padres a hijos y “esperamos y deseamos que no se acabe nunca”, explica Javier Martínez-Aedo Rojo, Hermano Mayor de la Hermandad.

