Tal y como manda el calendario fuentidueñero, el 1 de Mayo los vecinos acompañaron en romería a la Virgen de Alarilla hasta su Ermita. El evento festivo vino precedido del canto de Los Mayos la noche anterior dando así la bienvenida al mes, conocido como mes de María.
Desde primera hora se hicieron preparativos en la iglesia desde donde partió la Virgen y en la Ermita, lugar donde más de doscientas personas se congregaron para pasar el día de Romería.
El tiempo amenazaba lluvias los días previos y hubo que medir bien la venta de tickets de la tradicional paella. Algunos vecinos indecisos hasta última hora optaron por llevar sus propias viandas.
La Virgen salió a media mañana desde la iglesia de Fuentidueña y recorrió a buen paso los casi tres kilómetros hasta su Ermita. Una vez en el altar fue objeto de rezos, fotos y mucha veneración que los hermanos y el resto de fieles profesaron ese día entre pincho y trago.
Finalmente en el cerro de la Ermita de Alarilla lució el sol durante toda la jornada y se pudo disfrutar con buenas tertulias mientras se esperaba la paella que tuvo como complemento los dulces y el café.
A la caída de la tarde se volvieron a cantar Los Mayos en la Ermita antes de recoger y hacer el camino de vuelta hasta la iglesia. La Banda de Música local esperó a la procesión en el Puente de Hierro y desde allí acompañó a la Virgen y su comitiva hasta el templo donde permanecerá este año hasta el sábado 13 de septiembre. Ese día volverá a recorrer el camino de ida y vuelta haciendo parte de él en su Embarcación.
La Romería se dio por terminada cuando sonaron los fuegos artificiales en la puerta de la iglesia mientras se colocaba a la Virgen en su altar.