Cada Domingo de Resurrección, Fuentidueña revive una de sus costumbres más arraigadas: “correr el hornazo”, una tradición que invita a salir al campo y disfrutar de este dulce típico en compañía de familiares y amigos.
El hornazo es mucho más que una receta: es un símbolo de identidad local. Este bollo tradicional, hecho con harina, aceite, leche y, en muchas ocasiones, coronado con un huevo cocido, se convierte en la merienda por excelencia del día de Pascua. Su sabor, suave y esponjoso, es el broche final perfecto para las celebraciones de Semana Santa. En Fuentidueña, el hornazo se corre, se comparte y se disfruta al aire libre, como manda la tradición.