La corona de la Virgen de Alarilla Coronada, una de las piezas más simbólicas del patrimonio religioso de la talla, ha sido recientemente restaurada gracias a la labor altruista de D. Fernando Aranda. El trabajo ha devuelto su esplendor original a esta joya de gran valor sentimental e hist´´orico.
La corona fue un regalo de Doña Concepción Manzanares, quien la donó a la Virgen el 7 de diciembre de 1982. Fue realizada por los prestigiosos Talleres de Artes Granda, en Madrid, conocidos por su tradición artesanal y excelencia en la orfebrería religiosa.
Desde la Hermandad de la Virgen de Alarilla han querido agradecer públicamente a Fernando Aranda por su generosidad y dedicación. «Gracias, Fernando, que la Virgen te lo devuelva con creces», han expresado desde las redes sociales de la Hermandad.