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¡¡Hay alguien!!

Me lo han contado, y me lo creo, pero voy a florear un poco la historia y para que se os haga una anécdota encantadora. Pues resulta ser que, había una vez…
Un pueblo, una plaza principal de pueblo, un ayuntamiento en la plaza de pueblo, una torre con su reloj y campanada para dar los cuartos y un ventanal en la primera planta de la torre que comparte muro con el ayuntamiento emplazado en la plaza principal de un pueblo. Ya estamos situados.
Puntualizar que, como ornamento propio y exclusivo, debajo del ventanal o balconada e incrustada en la fachada, aparece imagen de la virgen, patrona del pueblo que nos ocupa.
Estos edificios muy concurridos en su momento para la vida social y festiva ahora resultan ser un atractivo más en la historia pueblerina; sin quitarle protagonismo ninguno se admiran y se recrean historias antiguas alrededor de sus fachadas. Y también recreaciones nuevas, como la que he oído recientemente a mi gran amigo, familiar y colega, la cual transcribo.
Mi colega tiene un defecto y a la vez una virtud, recorrer las calles, casas centenarias y caminos, que le hacen volver al pasado, a ese pasado que todos y cada uno individualmente pensamos que fue el mejor. Él se sienta en los bancos de madera, y fijando su mirada en puertas, ventanas, balcones, rememora los personajes que ya no están, los que se fueron, los que como dice, siguen con nosotros y nos miran situados como antaño detrás de las ventanas, camuflados entre las cortinas.
Y esto es lo que ocurrió aquella mañana de verano con la plaza vacía de ruidos y al mismo tiempo llena de viajes en el tiempo. De repente el ventanal de la torre abrió sus contraventanas dejando ver entre visillos claros y fondo oscuro un indefinido rostro que sonreía mientras alargaba su blanquísima mano derecha hacia él, con la izquierda parecía se enjuagaba una lágrima. ¿QUIÉN ERES?
Una posterior investigación confirmó que el operario del mantenimiento del reloj no estuvo por el lugar, además de que para subir a la torre ya hay un acceso aparte con su correspondiente escalera en caracol. Mi amigo le contestó: PUES HAY ALGUIEN.
Dejo abiertas posibles investigaciones a los interesados, pero por favor, mantenednos informados.

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