La ciudad de Caraca esconde muchos tesoros

El cerro de la Virgen de la Muela, en Driebes, fue declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de “Zona Arqueológica” el pasado 2024. El hecho ha propiciado la puesta en marcha de una serie de iniciativas culturales por parte del Gobierno regional para visibilizar el valor del patrimonio arqueológico de este yacimiento, único en la provincia. Conferencias, exposiciones con piezas del yacimiento y otras ” del hallazgo de 1945, un depósito de plata conocidas del “Tesoro de Driebes” localizado con motivo de las obras de canalización del canal de , actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional.
El delegado de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Fernández-Montes, destacó la importancia de “valorar, preservar y visibilizar nuestro patrimonio histórico, para dar forma al relato de nuestra memoria, conocer cómo vivieron los pobladores de estas zonas de nuestra provincia y conservar, proteger y apreciar los restos materiales que nos quedan de esos momentos”.
Desde aquel “Tesoro de Driebes” poco se hizo pero los trabajos realizados en la última década han posibilitado identificar la existencia de una ciudad romana que pudo alcanzar en época altoimperial una extensión de unas ocho hectáreas.

Mediante las prospecciones con georradar y las posteriores excavaciones arqueológicas, se conoce la existencia del foro, el cardo, el decumano, termas públicas o y se plantea que esta ciudad estaba articulada en 27 manzanas. Las investigaciones indican que es probable que la ciudad fuera promocionada jurídicamente en época Flavia, teniendo su época de esplendor entre los siglos I y II d. C., existiendo ocupaciones precarias de época más tardía.
Esta ciudad se identifica con la ciudad de Caraca, citada por Plutarco, Ptolomeo y el Anónimo de Rávena, ubicada en la vía que unía Cartago Nova y Complutum, concretamente entre esta última ciudad y Segóbriga