PREGÓN YPETARDO…ESTÁN AQUÍ
Septiembre nos trae Fiestas. Agosto se despide caluroso y con tormentas, pero llega septiembre con sus esperados días de asueto y liberación de tareas cotidianas. Las Fiestas en honor de la Patrona Virgen de Alarilla cierran el ciclo estival y anuncian también el inicio de la rutina de los inviernos. Pero antes hay que vivirlas. Y se hace intensamente los días en los que la noche no existe.
El jaleo y bullicio nos lleva a estar despiertos. Dormir es perder el tiempo cuando, tiempo habrá para hacerlo tranquilamente sin tener la sensación de que uno se pierde algo importante. Estar es lo que cuenta. Estar sin perder detalle. Estar aunque no pase nada distinto de lo ya previsto. Estar. Los jóvenes de la Asociación P3CK nos abrirán las puertas de lo que ya conocemos y de lo que está por venir. Serán los encargados de anunciar oficialmente el inicio de la Fiesta. Y comenzará la carrera hasta el último petardo. Entonces se cerrará.
El amanecer del miércoles será duro, volveremos a la realidad pensando que despertamos del día más largo. En la calle, restos de fogonazos en las paredes, talanqueras de encierros, banderitas, Embarcación desnuda y vacía de sentimiento en el río… pistas y señales de lo que se vivió. Se habrá dormido el bullicio y se colocará cada cosa en su sitio. El ruido de la tómbola estará lejos y aquellos que vinieron ya no están. En las calles, el murmullo de lo que vivimos en una tertulia de esquina o en la fila del pan. Y amasando la quietud, satisfacción, mucha satisfacción.
Enhorabuena a los que trabajan por hacer de estos días jornadas inolvidables para todos. Detrás de cada acto hay mucho trabajo, mucho tiempo y dedicación. A los responsables municipales, a los voluntarios, a la Comisión de Festejos, a la Hermandad…
Muchos nos visitan expresamente estos días; otros han estado más tiempo de lo habitual durante el verano. Todos bienvenidos. Bienvenidos, esperados, agradecidos por vuestra presencia. Encantados de volveros a ver y a oíros cantar, gritar, bailar,… sois parte importante y esperada de una Fiesta que os recibe y acoge. Todos disfrutamos más cuando estamos juntos.
Pero la Fiesta no tendrían sentido sin la monotonía de un invierno y de una… primavera. El ¡Viva Fuentidueña! Cobra más significado cuando se ha sentido durante muchos días la terraza sola y el frío de la vacía calle.
Los que llenamos el invierno de vida empeñados en mantener vivos momentos de todo un año que culmina en septiembre más que con las Campanadas somos los verdaderos protagonistas de la Fiesta. Tú y yo. Porque en Fuentidueña podríamos tomar las uvas el Martes de la Fiesta tras el último petardo de las carretillas.
No, la Fiesta no tendrían sentido sin la monotonía de un invierno y sin el calentón de cada buen momento del largo año de los que aquí estamos.
Felices Fiestas de Alarilla a todos. Y feliz “fin… de año”.