¡Que vivan las mujeres! Protegid@s en ella pasamos los primeros momentos de la Vida sin consciencia de lo que somos y de lo que se abre ante nosotr@s. Ahí están ellas.
Salimos, no sin esfuerzo, a lo desconocido. Producimos daño y al tiempo, hacemos sentir satisfacción, emoción y un amor inmenso. Ahí están ellas.
Y desde ese momento el tiempo se hace eterno; no acabará nunca de entregarse en caricias, en mimos, …en amor; en la cercanía y en la distancia, en tiempos de bonanza o de necesidad, cuando hay risa y cuando hay tristeza,… Siempre de ellas.
Ellas jamás se olvidan. Dentro marcaron a fuego nuestro cuerpo e impregnaron de su ser el nuestro y para siempre. Podremos alejarnos, olvidarnos y despedirnos de ellas, pero ellas no, jamás.
¿Qué sería de tod@s nosotr@s sin ellas?
Porque ellas son MADRE.
…Son madre cuando nos paren y nos entregan a la Vida acompañándonos a cada paso, sacándonos cuando pisamos barro o mirándonos de reojo al alejamos.
Porque ellas son FEMENINA.
…Son femenina desde el primer instante y hasta el último; son femenina en hechuras, en formas de querer y en maneras de sentir; cuando miran de frente y cuando miran hacia atrás para coger impulso.
Porque ellas son MUJER.
…Son mujer cuando se llenan de coraje y luchan para salir de la dificultad; son mujer cuando se llenan de orgullo sin mencionar palabra y cogen fuerza para seguir adelante.
MUJER. Siempre mujer.
¿Qué sería de tod@s nosotr@s sin ellas? ¿Qué sería la Vida sin su mirada, su afecto, su apoyo, su fuerza, su empuje, su discreción, su compañía, su paciencia, su pausa y su risa?
La Vida es madre y femenina. La Vida es MUJER.
Entonces ¡cómo no estarle eternamente agradecido!
Gracias. Gracias mil y una vez.
Gracias por todo, mujer.
*Dedicado a todas las mujeres que acompañan nuestras vidas y se esfuerzan cada día para hacer de esta sociedad y para tod@s un mundo mejor.
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