Pedro Terrés, “el Presi”

Pedro A. Mora

La historia de los pueblos está marcada por personas sencillas que se comprometen con sus semejantes en la vida diaria, hombres o mujeres voluntariosos que tienen inquietudes por hacer el bien a los demás y se comprometen, por lo general sin esperar nada a cambio. Pedro Terres, es uno de esos personajes anónimos ligado a la historia de Fuentidueña.
Haciendo “Patria”… ante la invitación para participar en el Campeonato de Fútbol Comarcal que organizaba Villarejo denominándolo Trofeo Mariano Díaz, un grupo de aficionados locales se reunieron con los jugadores para participar en el mismo. Había ilusión, ganas, pero un hándicap: no había campo reglamentario. Sobre la marcha se constituyó la Junta Directiva del CD Tajo presidida por Justo Terrés, Jesús, Felix, Jaraba, Chelle, Guillermo… Se pusieron manos a la obra y con la colaboración de propietarios, de maquinaria local, de jugadores y aficionados, en quince días estaba listo el campo para jugar el primer partido de la competición. Fue contra Villarejo.
Pedro Terrés era un chiquillo de 16 años y ya colaboraba con su tío Justo haciendo de todo. Vendía papeletas para la rifa del cordero, marcaba de campo, colocaba banderines, redes y como buen “utillero” preparaba equipación, balones; ayudaba de masajista, pasando con el tiempo a ser titular del botiquín, siempre ha estado ahí, en los años dorados y en los menos brillantes; en los tristes y en los alegres.
El CDTajo ganó cuatro Ligas Comarcales seguidas con un equipo que era la admiración del entorno, ganando trofeos allí donde se presentaba y con una afición que les seguía tanto en los partidos locales como en las salidas en autobús organizado por el Club. La ilusión y el trabajo del Presidente y su grupo de apoyo se veían compensados por los socios y aficionados que ayudaban a mantener el Club. Pero como siempre ocurre, cuando algo funciona y funciona bien empezaron las maledicencias, los bulos, las envidias contra el Presidente Justo, un hombre que le costaba tiempo y dinero. Ponía su coche, su tractor, todos sus medios personales, su familia, por el fútbol y su CD TAJO. Desilusionado presentó la dimisión irrevocable. No sirvieron ni ruegos, ni apoyos de jugadores, socios y aficionados. El Club se quedó sin su “Alma Mater” y se vino abajo, necesitaba una reorganización que nadie quería asumir y se desmantelo.
Pero después de aquel ciclo tormentoso, por suerte no se abandonó la práctica del futbol. Se seguían jugando los “Pueblo contra Pueblo” y se iniciaron las competiciones infantiles y juveniles. Había en la palestra un buen número de jugadores que estaban observados por ojeadores de equipos de categorías superiores como Tarancón, Loeches, Villarejo… Muchos de ellos se enrolaron en estos equipos, aunque en cuanto tenían ocasión se alineaban en los partidos amistosos del equipo.
Se retomaron las riendas y allí estaba Pedro. Primero en aquel llamado “Campeonato Nuestro” organizado por Arganda y donde todos los partidos se jugaban en el campo municipal argandeño. “Nos venía bien porque seguíamos sin campo”, dice Pedro. Con el tiempo se recuperó a Justo Terrés como Presidente y llegaron los Ayuntamientos Democráticos. Se cumplió la promesa. Fuentidueña consiguió la ubicación del campo de futbol, en la pradera a orillas del Tajo. Los medios municipales no estaban sobrados y hay que agradecer de nuevo a Justo y a su grupo su dedicación y sus trabajos para sacar las raíces de aquel coto salvaje para dejarlo útil para la práctica del fútbol. Y allí estaba también él. Pedro Terrés y otros voluntarios se dejaron media vida para conseguir su ilusión, un campo de fútbol, el Campo de Futbol La Pradera de Fuentidueña donde jugaría el Equipo de su alma.
Pedro Terrés no dejó en ningún momento al CD TAJO, estuvo al lado de su tío hasta el fallecimiento de este, disfrutando de las distintas etapas futbolísticas y en diferentes puestos directivos hasta llegar a Presidente. Son ya más de veinte temporadas en ese puesto, disfrutando del equipo en Regional, la euforia de los dos ascensos a Segunda y la fugaz temporada en Primera. Después han llegado más triunfos y decepciones, desazones y alegrías. Así es el fútbol. Y él sigue.
Pedro “dejó todo lo demás para después”, ese es su compromiso moral con el Equipo; es el documentalista más importante de Nuestra Historia futbolística; tiene todo registrado y sus crónicas han servido para contarlo fehacientemente. Pedro conserva actas, alineaciones, crónicas,… Tenia una ilusión y solo le faltaba el apoyo. Lo encontró en su brazo derecho Juanjo Chelle, en la colaboración municipal, en colaboradores que dieron sus testimonios, al autor Luismi de “50 AÑOS DEL CD TAJO-Fuentidueña. La historia que vivimos”, el libro editado con ocasión del 50 aniversario del Club. El sueño se cumplió. Ahí queda plasmada la historia de tantos jugadores, entrenadores, directivos, de colaboradores-fundadores, de Presidentes, de tantos ciudadan@s, de aquel proyecto de los años 60; la Historia del Fútbol de Fuentidueña.
Esta es la historia de Pedro Terrés, la semblanza de un Presidente Histórico